“Un veto siniestro de la restauración conservadora”
Publicado el 24 de Diciembre de 2011
Por
El 17 de noviembre, luego de un largo debate con todos los bloques, la Ley 4008 fue votada por unanimidad, es decir, por todos los diputados presentes, con los legisladores del PRO incluidos. Esa muestra de consenso, y de preocupación por el futuro de las 29 fábricas que funcionan en la Ciudad, fue ignorado por Macri, quien este viernes hizo pública una decisión arbitraria, pero ante todo, de una perversidad absoluta, que pone en estado de zozobra a 2000 trabajadores y todas sus familias, justo antes de las fiestas. Hace poco, cumplimos diez años de la crisis de 2001, y durante ese proceso hubo miles de empresas que desaparecieron y otras tantas que sobrevivieron gracias a la resistencia de sus trabajadores. Durante estos diez años no solamente se recuperaron muchas fábricas, sino que todas estas empresas están funcionando como cooperativas. Lograron trabajar, a pesar de los distintos gobiernos porteños que no tuvieron la capacidad de gestión para avanzar en la expropiación y hacerse cargo de las quiebras tal como lo estableció la primera ley de 1999. Este nuevo veto de Macri demuestra la brutal contradicción flagrante con las políticas a nivel nacional que procuran garantizar la existencia de las cooperativas. Pero eso no es todo: con una ciudad que el año próximo tendrá 33.667 millones para gastar, no se justifica de ninguna manera un veto siniestro.
A pocas horas de navidad, sentimos un dolor muy grande por la angustia que provoca este veto a los trabajadores que hace una década pusieron todo para defender sus puestos de trabajo, y ahora tienen que enfrentar una medida perversa de un gobernante que ha puesto en marcha una nueva restauración conservadora, con políticas que tienen que ver con la destrucción del trabajo. Ya no quedan dudas:
Macri ve al trabajo como un negocio y para hacerlo, opera desde las sombras.
